Este domingo 1 de mayo a las 13:00 h en nuestra caseta "Pasionaria", en el recinto ferial, realizaremos un acto de reconocimiento al colectivo de mujeres empleadas del hogar. Además, contaremos con la presencia de Paco Figueroa, miembro del Consejo Confederal de CC.OO. y de la Ejecutiva Estatal de la federación Industria. La lectura del manifiesto correrá a cargo de Pablo, vecino de nuestro pueblo.
Tal día como hoy, un primero de mayo del año 1886 en la ciudad de Chicago, una ciudad del mundo donde también se sufren y se padecen las embestidas, atropellos, represiones y asesinatos por parte del poder económico contra los más débiles del planeta Tierra, la clase trabajadora.
Buenos días compañeras y compañeros, todos los Primeros de Mayo celebramos el día Internacional del Trabajo. Desde que fue proclamada tan insigne fecha, seguimos celebrándolo, pero no nos podemos olvidar que además es una fecha reivindicativa, de causas tan justas como son: la Libertad, defender y mantener la Justicia, no renunciar a la Dignidad y por el derecho, tan natural, como el respeto al valor que supone ser persona.
Hoy, en toda la faz de la Tierra, las capas más populares, la clase trabajadora, las personas más débiles, siguen siendo las más vulneradas, más explotadas, más privatizadas, más recortadas, las más empobrecidas en sus percepciones económicas, sociales y políticas.
Estamos viendo día tras día como se niega el derecho más elemental, más fundamental, que debe tener una persona, el derecho a la vida misma, el derecho a vivir.
El pasado 15 de febrero, en un viaje a Chiapas (México), el Papa, máximo representante de la Iglesia, manifestó y pidió perdón a unos pueblos que de manera sistemática y estructural, han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad, e invitó a los chiapanecos a desenvolverse en un mundo donde la opresión, el maltrato, la degradación, no sea la moneda corriente.
El 10 de diciembre de 1948, del pasado siglo, se firmó por la Asamblea de Naciones Unidas La Declaración Universal de los Derechos Humanos, declarado, como la firma universal más importante del Siglo XX. Hace ya 68 años. En su artículo 1, nos dice textualmente:
«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros».
Pues bien, este siglo que comienza, siguen existiendo continentes condenados a la pobreza, a las dictaduras, a la esclavitud, pero además, no se está haciendo nada serio por una redistribución de la riqueza natural, que haga más felices a las personas, se están produciendo genocidios y acontecimientos consentidos por gobernantes y mandatarios en representación de la población mundial, también, como no, defensores a ultranza del sistema capitalista.
«Históricamente las cosas más terribles (guerra, genocidio, esclavitud) resultaron no de la desobediencia, sino de la obediencia». Howard Zinn.
En el no tan lejano año 1992, doce países, entre ellos España, firmaron los Acuerdo de Maastricht o Tratado de la Unión Europea.
Desde antes de la firma, venimos reprobando tal Acuerdo, tal Tratado, pues no obedecía, ni obedece, a una Constitución y desarrollo del Continente Europeo, donde prime el equilibrio, la equidad entre los países miembros, y que su evolución tienda hacia una Europa más justa, más libre, más democrática. Por el contrario cada día es más desigual, en políticas sociales y económicas.
En esta actual Europa, se dan estadísticas que son inconcebibles, podemos enumerar muchas de ellas, solo un ejemplo muy significativo, en la llamada zona Euro hay países con pleno empleo, con una tasa de paro en Alemania del 4,7 % con 81 millones de habitantes, en Austria del 5,7% con 8,4 millones de habitantes y España el 22,7% con casi 47 millones de habitantes. Y que decir del paro juvenil: Alemania, 7 %; Austria, 10 %; Grecia, 50 %; España 49,6 %.
Es conveniente recordar al compañero Julio Anguita, que insistía con ahínco en los debates parlamentarios: “Se están construyendo los pueblos para Europa, y se debe hacer al revés, se debe y necesitamos construir la Europa para los pueblos.
Hace poco más de un mes, los mandatarios Europeos han llegado a acuerdos que van en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: deportar a Turquía a todas las personas migrantes y demandantes de asilo que lleguen a la Unión Europea, a cambio de ayudas económicas y políticas.
Cuándo lo justo y natural seria fomentar una política europea común de asilo, migración, de acogida, no permitiendo la barbarie que se está cometiendo con millones de personas indefensas y que huyen de la muerte, entre ellos, millares y millares de mujeres y niños.
Desde este humilde manifiesto del Primero de Mayo exigimos, convencidas y de manera categórica, a las personas que nos gobiernan en toda Europa, a cambiar las políticas liberales, represivas y de exclusión, por acuerdos de planes y políticas de acogida, así como acciones que den prioridad a los derechos humanos universalmente reconocidos.
El que fuera secretario general de Naciones Unidas, Federico Mayor Zaragoza, dijo no hace mucho: “En estos momentos se han cambiado los valores de las personas por las leyes del mercado”.
Vivimos en una Comunidad Autónoma de las más castigadas de Europa, Andalucía, con un desempleo crónico, que hace que un número altísimo de familias no dispongan de protección por desempleo, que una cantidad de jóvenes muy significativa, abandonen Andalucía buscando un empleo en otros países con mejores condiciones de trabajo, eso se llama emigración, con todas las letras, teniendo como agravante que son jóvenes con unos conocimientos académicos, en su mayoría, de nivel superior.
Tenemos en Andalucía un 25,7 % de abandono escolar, por contrario, en el País Vasco un 9,4%, la media estatal se sitúa en el 20,3 %. 5 barrios de Sevilla están entre los 12 más pobres de Europa.
Una renta per cápita de 5.500 € por debajo de la media estatal y de 13.300 € por debajo del País Vasco, la más alta. Un ofrecimiento constante a multinacionales y a empresas del IBEX 35 para que se instalen aquí, a costa de contrataciones laborales inestables, en precario y en muchos casos, por horas, empobreciendo cada vez más el nivel de vida de los trabajadores y trabajadoras, una pérdida casi total de la influencia sindical, arma esta fundamental para el bien hacer de esa clase por la que hoy hacemos este reconocimiento, la clase trabajadora.
Es necesario impulsar herramientas a favor de sectores menos favorecidos por este sistema basado en el capital, un Instituto o banca pública que haga que PYMES, Autónomos, economía social, puedan desarrollar su actividad utilizando créditos razonables, que en estos momentos les es imposible, les es negado o las condiciones son muy por encima de las ofrecidas a grandes empresas. Sin embargo, más del 90 % del empleo existente se genera en la pequeña y mediana empresa. O la puesta a disposición de los campesinos y campesinas de un banco de tierra, propiedad de la Administración, que posibilite la creación de empresas de economía social, en el sector primario, desarrollando también el segmento agroindustrial.
Se nos está diciendo constantemente, y de manera convencida, que vivimos en el mejor lugar del mundo, Andalucía. Pero el paro es del 28,8 %, en hombres el 27,3 %, en mujeres el 32,9 %. La juventud, menor de 25 años, aún peor, 52,6 % de paro, un 50,9 % en hombres y un 54,3 % en mujeres.
Es significante que en los distintos planes de empleo, en las distintas reformas laborales, así como en los siete acuerdos de concertación social en Andalucía, no solo no se ha creado empleo, sino que por el contrario, se han perdido derechos, y conquistas sociales y políticas, precarización de la relación laboral, empeoramiento de las condiciones de trabajo, pérdida de salario y un largo etcétera.
Hoy, Primero de Mayo del año 16, estamos sufriendo una carencia en el liderazgo sindical, solo basta echar la vista atrás y recordar los movimientos de antes y después de la dictadura, donde los sindicatos de clase jugaron un papel importantísimo y vital en la reivindicación constante y en la conquista del estado de derecho.
También, las personas que representan a los sindicatos están absolutamente legitimados para participar y ser representantes del pueblo, allí donde descansa la soberanía popular, Ayuntamientos, Diputaciones, Parlamentos Autonómicos y Nacional.
No quisiéramos desde Izquierda Unida finalizar este digno día del Primero de Mayo, sin hacer mención a la siempre necesaria escuela sindical, pero no a la escuela sindical del pupitre, que también, sino la escuela del tajo, la escuela del puesto de trabajo, la de la reunión en el tiempo del bocadillo, la escuela de la asamblea informativa, la escuela del tratamiento léxico de compañera y de compañero, la escuela de la cultura la educación, la de exigir que se cumplan las leyes, la escuela del conocimiento e interpretación de los problemas de las personas más débiles, la de la solidaridad entre la clase trabajadora, la escuela de la negociación y de la presión, esa escuela que tanto dirigente fabricó. Es momento de parar esta galopante pobreza a la que nos están sometiendo los poderes económicos, permitida por gobiernos socialdemócratas y de derechas.
No se necesitan delegados o delegadas sindicales para rellenar y figurar en las candidaturas, se necesita, compromiso sindical, con conciencia sindical, que organicen por todos los rincones del país y de Andalucía, el muy deteriorado movimiento obrero. Esa es la Escuela Sindical que necesitamos, para dejar de ser los parientes pobres de la Democracia.
Como decía, el que fuera y es referente sindical a nivel internacional, el compañero Marcelino Camacho: «Es tiempo, más que nunca, de seguir insistiendo en ganar un país basado en los pilares de la cultura y la educación. Que no nos distraigan, que no nos quiten, ni nos roben el derecho a pensar, un pueblo que no piensa es un pueblo sumamente vulnerable».
Os invitamos a que gritemos todas y todos juntos.
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